A.C.A.: Construir el bien común para gozar de la reclamada equidad
Buenos Aires, 21 May. 10 (AICA) El Consejo Nacional de la Acción Católica Argentina (A.C.A.) convoca a celebrar y vivir el Bicentenario patrio con “responsabilidad, grandeza y sentido fraterno”, y advierte que “sin dedicación personal a la construcción del bien común, será muy difícil gozar de la equidad que nuestro pueblo reclama y necesita”.
En este marco, invita a todos los hombres de buena voluntad a “un acto de generosidad, a recrear los canales de participación ciudadana que permitan que emerja nuevamente lo mejor de nuestra argentinidad, nuestros sueños y esperanzas, la capacidad organizativa que produzca frutos con eficacia, que promueva el bienestar y la superación principalmente de los hermanos con mayores necesidades materiales y espirituales”.
“No queremos vivir presos del desaliento, de la impotencia, del temor. ¡Promovemos la Cultura de la Vida! ¡Queremos recuperar la fuerza vital de las familias, la vecindad y los barrios!, necesitamos confiar en nuestros representantes a través de una interacción sistémica, orgánica, real”, subraya.
La institución pide a los gobernantes y legisladores que “den testimonio de grandeza, de generosidad, de solidaridad” y que “recorran caminos eficaces para el consenso de políticas públicas, la gobernabilidad y la definitiva mejora de las condiciones de vida de todos los argentinos”.
En tanto, insta a los dirigentes de los diversos sectores sociales a “recuperar un trabajo comunitario organizado, que promueva y realice el bien general por encima del interés sectorial y que priorice la equidad distributiva permitiendo la inmediata promoción de nuestros niños, jóvenes, adultos, y ancianos sumidos en la pobreza para que, incluidos en los sistemas de salud, educación, justicia y trabajo, puedan proyectarse con dignidad”.
“Ciudadanos todos de nuestra Patria: pidámosle a Dios, fuente de toda razón y justicia, la alegría, la paz interior y la fortaleza para vivir esta celebración de la comunidad nacional, con espíritu festivo y de generosa entrega; y que nos dé las fuerzas necesarias para ser ‘una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común’”, concluye.
Sueños y utopías
En tanto, los miembros de la Comisión Arquidiocesana del Área Sectores de la Acción Católica de Buenos Aires consideraron que los festejos por el Bicentenario invitan “a replantear el país que queremos legarle a nuestros hijos y nietos, enraizado en nuestra tradición pero con los ojos y el corazón elevados al cielo y con la mirada en el horizonte de nuestros sueños y utopías”.
– Queremos construir juntos un país en el que el diálogo le siga ganando a la violencia, con respeto por el otro y por las opiniones diversas en la búsqueda de la verdad.
– Donde el don de la vida sea protegido en todos sus aspectos desde su concepción hasta su muerte natural.
– Donde el respeto por la dignidad de la persona humana se concrete en políticas públicas que permitan el acceso de todos y cada uno de los habitantes de nuestra tierra a aquellos bienes que requieran para su desarrollo pleno.
– En el que los derechos humanos sean reconocidos a todos por igual con equidad y justicia en la búsqueda de una verdadera promoción humana que tenga en cuenta su integralidad.
– En el que educación y trabajo sean las claves para el desarrollo personal, familiar y comunitario y el acceso equitativo a los bienes.
– En el que la familia recupere su lugar fundamental en la construcción de una sociedad integrada, con inclusión y respeto por las diferencias.
– Donde los gobiernos de turno sean capaces de implementar Políticas de Estado, basadas en principios de Solidaridad, Subsidiariedad y Bien Común.
– Donde el ejercicio de la autoridad sea entendida como un servicio y quienes la ejercen sean ejemplo de coherencia para la comunidad.
– Donde el poder político sea el instrumento idóneo para servir al prójimo, sin excluidos ni “desechados”, reafirmando la opción preferencial por los más pobres y necesitados.
– En el que las instituciones de la República, el federalismo y la integración regional sean fortalecidas a partir del respeto de todos, pero particularmente de quienes ejercen temporariamente su titularidad.
– Donde todos asumamos nuestro compromiso ciudadano con el objeto de una mayor representatividad, participando activamente en la vida pública de acuerdo con nuestra propia vocación, como agentes de transformación de la vida social, económica y política en búsqueda de la mejora del sistema político y la calidad institucional.
– Una sociedad abierta a recibir a todos aquellos que quieran construir con nosotros un país más justo donde cada uno pueda desarrollar su proyecto de vida y todos logremos nuestro proyecto común de Nación.
Por último, ruegan que “Jesucristo, Señor de la historia y nuestra Madre de Luján, Patrona de nuestra Patria, nos acompañen en nuestro empeño por construir una patria de hermanos”.+
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